domingo, 29 de março de 2015

LOS EMPRENDEDORES SOCIALES: INNOVACIÓN AL SERVICIO DEL CAMBIO SOCIAL


La expresión se utiliza para referirse a emprendedores cuyo objetivo –único, o no, como veremos más adelante- es generar cambio social. En los últimos treinta años, este tipo de emprendedores han proliferado con fuerza. Allí donde la mayoría ve un problema, ellos ven una oportunidad para contribuir a la mejora de la sociedad. De hecho, en las universidades y escuelas de dirección de empresas, el creciente interés por el tema se ha traducido en una mayor oferta de cursos en esta materia. Para hacer frente a este fenómeno, algunas de estas escuelas han creado incluso sus propios centros, dedicados exclusivamente a su estudio. De este modo, existe un grupo cada vez más numeroso de emprendedores altamente formados para hacer frente, de manera innovadora y eficiente, a las carestías de la sociedad, a la vez que también son mayores los recursos disponibles para este fin.
Los emprendedores sociales son «líderes probados cuyos enfoques y soluciones a los problemas sociales están ayudando a mejorar las vidas y circunstancias de incontables individuos desfavorecidos». Ciertamente se trata de una interesante definiciónque ampliamos y matizamos en el siguiente apartado de este artículo. Con ello pretendemos proporcionar unas nociones básicas sobre el concepto de «emprendedor social» que nos ayudarán  a distinguirlo del resto de emprendedores. Posteriormente, en el tercer apartado, exploramos el perfil del emprendedor social para identificar sus rasgos más característicos. A continuación, en la cuarta sección, analizamos el modo en que dichos emprendedores pueden generar y difundir valor social a gran escala.
QUÉ ENTENDEMOS POR «EMPRENDEDOR SOCIAL»?
LA DIMENSIÓN SOCIAL Y LA DIMENSIÓN EMPRENDEDORA
Muchos de los artículos académicos que tienen como objetivo dar una definición de emprendimiento social lo hacen diseccionando el término en las dos partes que lo componen. Así, por una parte se analiza la dimensión emprendedora y, por otra, la social
 Identificación del componente «emprendedor
"Los emprendedores sociales son una especie dentro del género de los emprendedores"  De un modo un tanto simplista, podemos decir que se trata de un tipo de emprendedores que persigue fines sociales. Pero, para empezar, ¿qué es un emprendedor? Para Peter Drucker, empezar un negocio no es condición necesaria ni suficiente para ser emprendedor, y para Gregory Dees, los emprendedores no tienen por qué ser necesariamente inventores, sino que simplemente tienen que adoptar una visión creativa a la hora de poner en práctica invenciones de otros. Mirem las  ideas de Joseph Schumpeter, Howard Stevenson, Jean-Baptiste Say y Peter Drucker para identificar cuatro aspectos diferenciadores del emprendimiento:
Destrucción creativa: según Schumpeter, la generación de productos o servicios innovadores destruye los que estaban previamente en el mercado.
Creación de valor: según Say, «el emprendedor traspasa recursos económicos de un área de baja productividad a una de alta productividad y mayor rendimiento».
Identificación de oportunidades: para Drucker, un emprendedor no genera cambio, sino que explota las oportunidades que el cambio brinda.
Ingenio: Stevenson destaca la capacidad de los emprendedores no solo de aprovechar oportunidades, sino también de afrontar los retos que comporta la falta de recursos para llevarlas a cabo. A estos cuatro puntos clave se les puede añadir un quinto elemento igualmente importante : la elevada capacidad de aceptar el riesgo.
En resumen, el emprendimiento implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al riesgo. Es importante remarcar también la importancia que tiene la aplicación de métodos empresariales a iniciativas sociales, la clave de la empresa social es «adoptar un enfoque de tipo empresarial e innovador a la provisión de servicios comunitarios. Como hemos mencionado, un factor clave que distingue a un proyecto de emprendimiento social es la existencia de fines sociales. Es decir, la línea que separa a los emprendedores empresariales de los emprendedores sociales es el compromiso de los últimos de crear un impacto social. Pero, ¿a que nos referimos por ‘social’? También en este aspecto aparecen voces divergentes, ya que la opinión que uno pueda tener al respecto es muy personal-incluso podríamos decir que depende de la cultura de uno mismo-. Un emprendedor social no solo es una persona altruista, sino que debe mostrar una clara determinación por hacer una contribución a la sociedad.
El punto más complejo es definir cuán importante debe ser el objetivo social para el emprendedor. En este sentido, hay quien defiende que el objetivo social tiene que ser el único objetivo a perseguir; otros abogan por permitir que aquellos negocios que generan ingresos puedan incluirse también dentro de la categoría de emprendimiento social.
Entonces, según esta última definición, el Grameen Bank entra dentro de esta categoría,aunque sea una organización que obtiene rendimientos económicos. Esta entidad y otras de microcrédito son calificadas a menudo como «híbridos» (se verá en más detalle en el próximo apartado), ya que se trata de negocios que combinan aspectos de organizaciones con y sin ánimo de lucro. hay dos aspectos a tener en cuenta cuando se analiza el enfoque social del emprendedor:
1. Objetivos altruistas: aunque no exista acuerdo sobre la medida en que los fines sociales deben estar presentes, estos siempre lo están. Como hemos apuntado, el punto a clarificar es si el fin social es un objetivo único, principal, importante, o simplemente secundario.
2. Papel que juega el grupo de la sociedad al cual se dirige el proyecto: en el caso del emprendimiento social, el beneficio es para ese determinado grupo y en el proceso se implica o compromete al grupo.
En cuanto al tipo de beneficios que un emprendedor social puede generar, estos pueden ser de dos tipos:
• Directos: servicios, becas, infraestructuras, etc.
• Indirectos: empleo (aunque este también pueda considerarse un beneficio directo), integración social, etc. La línea que separa a los emprendedores empresariales de los emprendedores sociales es el compromiso de los últimos de crear un impacto social.
EQUILIBRIO ENTRE EL OBJETIVO ECONÓMICO Y EL SOCIAL
Así pues, si estamos de acuerdo en que el objetivo social no tiene por qué ser el fin único de un proyecto de emprendimiento social, deduciremos que este campo no tiene por qué limitarse a las organizaciones sin ánimo de lucro; en parte, porque la frontera entre estas y las que sí persiguen beneficios resulta a menudo difusa.
En definitiva, habrá casos en que el fin social tenga un papel dominante para la empresa, mientras que en otros puede existir un claro compromiso de generación de ingresos que vaya unido al fin social. Cabe añadir que los ingresos obtenidos por este último tipo de empresas pueden ser utilizados de dos maneras: bien reinvirtiéndolos en la iniciativa social, bien como soporte económico para la empresa.
Los emprendedores sociales se preocupan especialmente por cubrir necesidades básicas como pueden ser la sanidad, el acceso al agua y su salubridad o el apoyo a actividades agrícolas de zonas rurales. En cambio, en economías más industrializadas, el foco de atención se centra en dar apoyo a la cultura, proveer servicios a las personas discapacitadas, colaborar en procesos de recogida de residuos y protección delmedioambiente u ofrecer actividades gratuitas como puede ser el networking social son tres las características que las empresas sociales poseen en mayor o menor medida:
• Prominencia de un fin social (o medioambiental) frente al fin económico.
• Dependencia de los ingresos generados y contribución de estos al total de ingresos de la organización.
• Presencia de innovación.
Así, en función de la relevancia que tengan estos factores, se pueden identificar cuatro tipos de empresas sociales:
1. ONG tradicional: el objetivo social/medioambiental es el único o principal y tiene el estatus de organización sin ánimo de lucro.
2. Empresa social sin ánimo de lucro: el objetivo social/medioambiental es el único o
principal; tiene estatus de organización sin ánimo de lucro y es innovadora en su(s) proyecto(s).
3. Empresa social híbrida: el objetivo social/medioambiental es el único u ocupa una
posición muy importante y existe una estrategia de generación de ingresos que está "integrada" o es «complementaria» a la misión de la organización.
4. Empresa social con ánimo de lucro: el objetivo social/medioambiental ocupa una posición importante pero no tiene por qué ser el único y existe una estrategia clara de generación de ingresos.
CREACIÓN Y DIFUSIÓN DE VALOR SOCIAL
El emprendedor social ideal no solo debe preocuparse de diseñar un proyecto/organización que genere mejoras sociales sobre un determinado sector de la sociedad, sino que debe hacerlo de tal manera que los beneficios lleguen al mayor número de personas posible.
Las tres formas más comunes que los emprendedores sociales utilizan para difundir sus innovaciones a gran escala:
• Elaboración de un modelo organizativo. Es decir, implantar una estructura que sea capaz de movilizar recursos y personas.
• Creación de un programa. Se trata de establecer un conjunto de acciones integradas que tengan un fin específico. El paquete de medidas elaborado puede ser más o menos detallado.
• Establecimiento de unos principios. En otras palabras, diseñar unas pautas y definir los valores deseables para llevar a cabo el proyecto social.
Las cinco preguntas clave
- Preparación: Está preparada la innovación para poder ser difundida?
- Receptividad: Será la innovación bien acogida por la comunidad a la cual se dirige?
- Recursos: Qué recursos, financieros o de otro tipo, se requieren para poder poner en
práctica la estrategia escogida?
- Riesgo: Cuál es la probabilidad de que la innovación no se implemente correctamente, o no consiga tener el impacto deseado?
- Rendimientos: Cuál es el resultado deseado? ¿Se están proveyendo los bienes y/o servicios satisfactoriamente?
ELEMENTOS CLAVE PARA EL ÉXITO
Durante las décadas que han trascurrido desde la popularización del término «emprendimiento social», son muchos los proyectos y organizaciones que, con mayor o menor éxito, han surgido dentro de este campo. Un ejercicio interesante que han llevado a cabo varios autores consiste en analizar casos de estudio concretos que han obtenido resultados notablemente satisfactorios. Con ello se pretende identificar aquellos elementos comunes que se encuentran detrás del éxito de los proyectos.
Son cuatro dimensiones es hace importante pensar (el emprendedor, el entorno, la organización y el proceso) y de él se desprenden quince variables que pueden contribuir potencialmente al éxito de la empresa social:
1. Experiencia previa del emprendedor en el campo de la dirección; 2. Plena dedicación por parte del emprendedor; 3. Apoyo recibido de la familia y amigos durante la fase inicial del proyecto; 4. Aceptación por parte del público de la idea que el proyecto pretende llevar a cabo;  5. Red social en la que se mueve el emprendedor;  6. Apoyo recibido del sector público;  7. Financiación recibida de fundaciones; 8. Apoyo recibido de otras organizaciones sin ánimo de lucro;  9. Capital fundacional de la organización; 10. Composición inicial del equipo humano que forma la organización (número de trabajadores y experiencia de estos); 11. Desempeño del Consejo de Administración/dirección; 12. Expansión planificada y estabilización de la red social de la organización;  13. Planificación preliminar del proyecto (diseño de un plan de negocio claro);  14. Cooperación a largo plazo –al menos durante tres años- con otro tipo de organización e 15. Prueba del producto/servicio en el mercado (por ejemplo: probar a cobrar algún tipo de tasa por él. Con esto se intenta reducir la dependencia que este tipo de organizaciones tienen de Gobiernos y/o fundaciones)
De estos quince factores, los autores concluyen que ocho de ellos ciertamente contribuyen al éxito de la organización: la red social del emprendedor, su plena dedicación al proyecto, la aceptación por parte del público, la capacidad del producto/servicio de pasar las pruebas de mercado, la experiencia previa del emprendedor en el campo de la dirección, la cooperación a largo plazo, el presupuesto inicial y la composición del equipo (incluyendo el ratio de voluntarios sobre trabajadores asalariados).
Estas dos últimas variables están claramente relacionadas, ya que un presupuesto inicial adecuado permite contratar al personal necesario, al mismo tiempo que es un indicador de que, probablemente, a largo plazo la organización será capaz de retener a trabajadores altamente cualificados. Por otro lado, que la aceptación del producto por parte del público juegue un papel importante en el éxito de la empresa social no debería sorprendernos.
De hecho, está ligado con una importante cuestión planteada en la sección anterior: para poder implantar y expandir una innovación es crucial que la comunidad a la que va dirigida no vea la innovación como una amenaza sobre sus valores y su cultura.
CONCLUSIONES
El emprendedor social es un tipo de emprendedor que presenta cinco características fundamentales: tiene como objetivo crear valor social; es capaz de captar necesidades sociales; contraataca con propuestas innovadoras; su aversión al riesgo está por debajo de la media; y dispone de escasos recursos para llevar a cabo su labor. Adicionalmente, hemos identificado otros rasgos de los emprendedores sociales que se desprenden
Primero, el emprendedor social que pone en marcha una iniciativa suele ser hombre, pero cabe señalar que esta diferencia entre hombres y mujeres es menor en el ámbito
del emprendimiento social que en el del emprendimiento comercial. Segundo, los emprendedores sociales tienden a iniciar sus proyectos sociales a una edad más temprana  que los emprendedores tradicionales. Por último, los individuos con mayor nivel de estudios son más propensos a ser emprendedores sociales. para que el emprendedor social consiga que su iniciativa tenga un impacto a gran escala, ha de evaluar cinco puntos clave: en primer lugar, ha de decidir si el producto/ servicio está listo para ser expandido; en segundo lugar, ha de preocuparse por que el proyecto sea bien aceptado por la comunidad beneficiaria; en tercer lugar, debe hacer una buena planificación de los recursos que tendrá en el momento inicial y de los recursos que, potencialmente, tendrá a largo plazo; en cuarto lugar, tiene que valorar minuciosamente los riesgos; y, por último, debe plantearse cuáles son los resultados que espera de su idea
Finalmente, si bien son muchos los individuos que se han aventurado a iniciar sus proyectos de emprendimiento social, no todos han conseguido los frutos esperados y no todos han conseguido mantener el éxito a largo plazo. Por este motivo hemos considerado relevante analizar aquellos factores que potencialmente pueden influir sobre las iniciativas de este tipo.